DETECCIÓN TEMPRANA DE LA VIOLENCIA
Dr. Enrique A. Laplane
Ponencia presentada en las Jornadas Provinciales de Acceso a Justicia y Métodos Adecuados de Prevención, Gestión y Resolución de Conflictos Noviembre de 2017, Ciudad de Mar del Plata.
La realidad da que, en nuestra provincia, a nuestra mesa, vienen muchos conflictos con alto grado de agresividad y/o violencia, y a veces el sistema obligatorio también genera una cierta animadversión o resistencia en contra de la Mediación, no digo violencia, sino mala predisposición, y desde allí podría generar algún principio de agresividad.
Quien no ha tenido en su Mesa de Mediación un letrado que cree sabérselo todo y trato de copar la misma ….
Hemos discutido durante mucho tiempo sobre si debe obligarse o no a ir a mediación, en tanto que en nuestra provincia esta es obligatoria, y si la misma sirve o no sirve. Creo que nos falta cultura de mediación, que va de la mano con la educación emocional y sobre todo falta un conocimiento riguroso y completo de la materia, por parte de la gente y aun también de los propios abogados. Con lo cual creo que es necesaria la obligatoriedad, en tanto este servicio que brindamos contribuye en pro de la sociedad y su búsqueda de la Paz Social y que nuestro esfuerzo debería ser acompañado con publicidad e instrucción hacia los abogados y a los ciudadanos.
Tratare en esta Ponencia plantear desde mis experiencias, como trato de prevenir y sortear la violencia que puede existir en la Mesa de Mediación.
No intenta ser un mapeo del conflicto, exploración del mismo, ni menos exponer sobre técnica de cómo evitar las escaladas, que tan bien nos han explicado grandes profesores de la Mediación, mi exposición tiene que ver con una realidad… una verdad, la de mi sala de mediación y mi experiencia en nuestra Provincia de Buenos Aires, en base a ello desde la ley 13951, las partes y los abogados de partes, ver su utilización como herramienta, y buscar a partir de ellas las mejores técnicas aprehendidas que usaremos para cada caso.
Me interesa compartir con Uds. una terea cotidiana pero que me ha permitido la DETECCION TEMPRANA DE POSIBLES HITOS DE VIOLENCIA.
Sostenemos que la Mediación es un puente para construir una cultura de paz, un reto a nosotros y la sociedad para abordar los conflictos desde otra mirada, utilizando herramientas más allá del texto de una ley. Aprender a resolver conflictos es, desde hace tiempo, una práctica que llevamos adelante y a la vez un desafío.
Es interesante recordar que venimos del estudio del derecho como disputa, ni siquiera como conflicto, donde el ganar o ganar es la meta, HOY INTRODUCIMOS en la sociedad una cultura sustentada en la negociación, el diálogo, el empoderamiento, la empatía y la capacidad de manejar nuestros propios conflictos, siendo la Mediación Prejudicial Judicial el camino hacia esa Paz que la sociedad toda, reclama.
En los procesos judiciales o arbitrales las cuestiones se deciden a golpe de pretensiones (la demanda), pruebas más o menos objetivas y de cierta habilidad en la exposición de unos hechos (alegatos), donde los jueces o árbitros deciden (sentencia) pero sólo ven la punta del iceberg de una situación conflictiva, sin cubrir la verdaderas necesidades de las personas, las relaciones futuras que puedan tener, pues cuando salen del Juzgado siguen siendo vecinos, ex pareja con hijos comunes, familia…etc. , con la Mediación intentamos que las partes logren acuerdos más allá de un interés circunstancial…
Conforme a ello observamos que existen buenas sentencias conforme a derecho, pero que no solucionan la violencia entre las partes, donde el perdedor no puede cerrar su
herida, y aun cree en su verdad, y a veces aun el ganador cree que su derecho era superior.
En Mediación se nos plantea situaciones de Violencia que llegan anuestra mesa, y también sabemos que hay casos donde esa violencia se genera en la misma mesa, originadas en el mismo conflicto o a veces por problemas comunicacionales.
Aquí intentaremos tratar ambas posibilidades desde la realidad de una mirada, tratando en principio de la detección temprana de posibles síntomas o circunstancias de posible violencia, y con ello tomar los recaudos necesarios para tratar de imponer el fin de la Paz.
Como premisa fundamental debemos entender que en nuestra Mesa de Mediación no se negocia la conducta violenta,el objetivo de nuestra Mediación es producir un diálogo a favor de un objetivo que poseen en común, NO TRATAMOS LA VIOLENCIA.
Las teorías sobre modelos de Mediación, ya sea el modelo tradicional, el modelo transformativo y el modelo circular narrativo, todos nos enseñan sistemas, nos dan herramientas para afrontar hechos o circunstancias especiales, sobre cómo actuar ante un hecho de violencia en nuestra mesa, o un método de cómo frenar la escalada para evitar llegar a la violencia.
Mi reflexión es cómo podemos detectar tempranamente circunstancias que nos permiten observar algún síntoma de posible violencia latente, lo que intento es que veamos los hechos y nos anticipemos, antes que la violencia se desate en nuestra mesa.
Como un primer paso debemos analizar si se llega a la Mediación con carga de violencia o agresividad suficiente como para desatarla.
Y es ahí donde muchas veces nos equivocamos, no tenemos una DETECCIÓN TEMPRANA de la posible violencia.
Cuando un conflicto llega a nuestra mesa, no es un trámite más … tenemos la obligación de interiorizarnos sobre el mismo. En algunos casos la secretaria del estudio, autorizada, recibe la Mediación, pero entendamos que somos nosotros los directores del proceso y como tales debemos conocer de qué se trata, nuestra ignorancia sobre las causales del conflicto puede llevar a ignorar un hito de violencia.
Me sucedió hace muy poco en un Daños y Perjuicios Extracontractual.
Recepcionado el sorteo nada parecía demostrar el grado de conflicto que había entre las partes, su caratula de por si nada dice… parecería normal tomar la Mediación … cargarla en el Mediare … fijar fecha de audiencia… notificar y ver cómo se desarrolla el conflicto el día de la audiencia…
Un Daños y Perjuicios Extracontractual… mucho problema no puede haber, un contrato debe tener cláusulas de incumplimiento, lo peor ¡algún punitorio excesivo!!!!… pero no, verán este caso encubría un supuesto despojo de una propiedad, efectuado por una hija hacia sus padres, con el consabido conflicto intrafamiliar que ello lleva… ¿cómo me di cuenta de esto antes de la audiencia?
Y ahí me detengo, la ley 13951 en su art. 11 sostiene que las partes podrán tomar contacto con el Mediador antes de la fecha de la audiencia con el objeto de hacer conocer el alcance de sus pretensiones, con lo cual me pregunto ¿porque no hacerlo? ¿Y a la vez porque nosotros no tomar contacto con las partes o sus abogados antes de la audiencia?
Hacerlo es en beneficio de las partes, por ejemplo - si entre los requeridos hay una Compañía de Seguros - ese contacto previo nos permitirá ofrecer el Numero de Siniestro o la fecha… ¿acaso no adelantamos algo con eso? … entiendo que sí y a la vez es factible que sea en beneficio de la mesa. Posiblemente no vendrán a la primera
audiencia a tomar nota del siniestro … datos del mismo, y cerrando la instancia sin excusas, para luego negociar por fuera del sistema… un secreto de mi mesa… evito, si no es imprescindible, se cierre en la primera audiencia, siempre intento al menos una segunda audiencia, y créanme al margen del resultado sirve para entender que es una Mediación.
Me podrán decir que ese mismo artículo dice “de manera conjunta” para ese contacto, y tienen razón, pero en la realidad vemos que eso se hace difícil, por lo cual lo importante es que ambas partes tengan el mismo derecho.
Por eso cuando la recepción la efectúa un miembro de mi estudio, suelo llamar al colega presentante, tomo contacto directo (empatizo con él) y le pido una breve síntesis del reclamo, así cuando la requerida me llama pidiendo saber de qué se trata, puedo anticipar algún tema.
Es importante entender, al menos en mi experiencia, que nuestra inter relación con los abogados de las partes transforma la mesa y la actitud de ellos es pro positiva para la mediación.
Además, esa cordialidad entre profesionales me permitirá ver si el conflicto trae algún grado de violencia previa, y hasta cual es el grado de encono entre las partes, cuestión de preparar mi mesa para esas circunstancias.
En ese caso que venía contando, el Abogado de los Requirentes, la Madre y Padre, me informa del reclamo, veo que es más grave de lo que dice un papel de inicio … tal vez hasta mal caratulado … ese contacto fue importante, pude ver que algo más había, y ahí descubrí, por ejemplo, que existía una restricción perimetral, con lo cual era difícil convocar a audiencia sin violarla… y como lógica del derecho, somos abogados, sabía que esa perimetral implicaba la existencia de VIOLENCIA ENTRE LAS PARTES.
¿Podía rechazarla? Tal vez, pero cargaría a otro mediador con el tema…
Por eso la acepte, me fije como prioridad tomar los recaudos necesarios para evitar violencia en la misma. Con la experiencia que me ha dado tantos años desarrollando temas de Familia, procedí a fijar dos audiencias en días corridos, una para la requirente y otra para la requerida, cuestión que las mismas no se cruzaran. Entiendan no diferentes salas, diferentes días.
Los letrados cuando les explique los motivos y la intención de esa separación colaboraron plenamente con mi decisión, y eso facilito el trabajo de todos.
Por supuesto informe a través del Mediare, el porqué del método y la decisión que asumí, entiéndase una parte estaría ausente en la primera audiencia, por mi decisión, pero no por ello debía ser sancionado con multa, a lo mejor lo leyeron o no, ya eso escapa a mi control.
Como siempre trate de entender cuál era la motivación más profunda del conflicto, y de donde venia la agresividad que se tradujo en violencia, donde se rompió el vínculo familiar, donde dejaron los valores de padres e hija, y necesitaba encontrar los momentos positivos de la relación
… y como casi siempre, terceros juegan papeles fundamentales en el conflicto y alteran la comprensión del problema … y esos terceros la mayoría de las veces no están en nuestra mesa de Mediación.
En este caso los requirentes dolidos por la actitud de su hija no entraban en razón, pero ¿era suficiente para la agresividad y violencia que existio anteriormente? … con diálogo, tratando de interpretar sus formas de comunicarse, entendiendo el modelo y la estructura familiar y cultural que poseían, puede arriesgar que no se observaba en ellos rasgos de violencia directa.
La requerida, hija de ambos requirentes, si bien desbordada por las circunstancias
tampoco me pareció que fuera originaria de la violencia que en Sede Penal determino la perimetral.
Desde allí pude descubrir terceros interesados en los temas de conflicto, que eran los que empujaban a las partes hacia la violencia verbal y en alguna oportunidad se llegara a violencia física. Podía ignorar a esos terceros… no citarlos… tal vez si … eso alejaría la posibilidad de violencia de mi mesa, pero no resolvería el conflicto verdadero, podía tener acuerdo en la mesa, pero no ser respetado afuera de ella, esa no era la solución. Por eso comunique mi idea de abrir la mesa de Mediación, y conseguí el consentimiento de las partes, aun a regañadientes, con lo cual los cite a una audiencia extra a las partes que en los hechos tenían intereses en la resolución del conflicto, decidían sobre las posibles soluciones, y uno de ellos debía hasta jurídicamente firmar cualquier posible acuerdo, pues afectaba sus derechos.
Mi intención no era confrontar a nadie, no tratar la violencia en sí, mi intención fue descubrir valores a rescatar, mas importantes que la disputa … salieron a la luz cuestiones de intereses, que los propios abogados desconocían… con eso era factible trabajar en lo pro positivo con todos y desde ahí reconstruir relaciones y después sería factible tratar un acuerdo numérico.
Y pensar que hay jueces que solo leen una fría acta de cierre...
Trabajo en la Mediación todavía, sí sé que después de varias audiencias tanto los requirentes como la requerida han podido encontrarse en mi mesa sin agresiones … casi seguro que por el tema del conflicto logremos el acuerdo, pero el destrabar las otras cuestiones del conflicto y visualizar de donde venia la violencia, provoco una calma que espero sea útil y duradera, casi diría que mi objetivo está cumplido, aun mas allá si hay o no acuerdo.
Hemos adquirido métodos para tratar las escaladas dentro de una mesa, mi planteo va en cómo detectarlo y como ser libres para encararlo con las herramientas que la ley y el sistema nos proporciona.
Frente al conflicto, sea cual sea su naturaleza, hay una multiplicidad de posibilidades de reacción, tanto a nivel individual como colectivo.
Pero debemos diferenciar la escalada de la violencia.
Las partes pueden escalar en la discusión tratando de imponer sus verdades, pero no siempre implica que las mismas deriven en violencia. Debemos estar atentos, no solo a los diálogos, sino también a los gestos, estos son los grandes avisadores de posibles conatos de violencia, un puño cerrado, un gesto despectivo, una risa sarcástica … también los tonos de voz pueden demostrar impotencia e indignación … todos indicadores, que, sumados a diversos factores, aun culturales pueden generar violencia en la Mesa de Mediación.
¿Pero en mi mesa de mediación que podemos hacer para evitar que una escalada derive en violencia, tanto física como verbal?
Tomemos todos los recaudos que están a nuestro alcance, tengamos siempre disponibles dos salas, no esperemos la violencia para actuar, analicemos palabras y gestos, dividamos la sala, no a las personas.
Y es curioso decir dividamos la sala … pues hemos aprehendido del famoso caucus, como una reunión privada, individual, confidencial … yo le agrego la necesidad de ese espacio es en beneficio del todo … y lo digo a la mesa … cuestión que sientan que no hay divisiones personales sino solo física circunstancial.
Suelo manifestar la necesidad de dividir la sala para trabajar más profundamente con cada uno de ellos, sin hablar de agresividad o violencia, pues con ello intento generar confianza sobre nuestro trabajo, empatizar, y a la vez que se predispongan a tratar de
solucionar la problemática sin sentirse excluidos o privados de escuchar algo. Le debe suceder que cuando volvemos de una privada la otra parte te mira o directamente pregunta que dijo… por eso debemos generar confianza en que no existirán pactos secretos.
En una Mediación sobre División de Sociedad Hereditaria había un clima hostil evidente, recién cuando estuve en privado con la parte requirente supe cuál era la verdadera trama del conflicto … jurídicamente impropio porque no había prueba alguna, eran sentimientos, por lo cual el abogado no lo trajo a la mesa, lógico no entraba en el contexto del derecho, pero hacia al fondo de la cuestión violencia. Trabaje más en lo emocional, y poco en el conflicto judicial, y desde allí logre una conexión entre las partes. (Una de ellas estaba muy enferma, y no podía perdonar al otro el olvido … el otro no podía conectarse con su hermana porque ella había perdonado una infidelidad que él le había descubierto…) que tenía que ver esto con la venta de una propiedad común … nada… pero el resentimiento generado, provoco distancias muy difíciles de encarar, pero uno se pregunta ¿esos temas pueden generar violencia? Parecería que no, pero la agresividad en el desarrollo de los temas, la voz elevada cuando hablaban, daba cabida a entender el contexto cultural en que se desenvolvían, y la violencia verbal, la agresividad, para ellos no era síntoma de no quererse … esa era una manera de comunicarse para ellos, de difícil desarrollo, pero cuando se vio un atisbo de solución a lo emocional, el resto fue mucho más sencillo, los letrados acercaron la solución económica, y desde allí las partes lograron un difícil acuerdo.
El contexto socio cultural es importante, no juzguemos por nuestros principios, miremos desde los ojos de ellos…
Hoy observando la posibilidad del desarrollo de la Mediación Familiar, tendremos que estar muy atentos, pues en ella se dan más casos de violencia intrafamiliar. Y debemos seguir perfeccionándonos en los métodos para tratar esa violencia y como he expuesto a la DETECCION TEMPRANA DE LA MISMA.
Como Abogado de Familia y habiendo intervenido en Mediaciones en conflicto de Familia sabemos que la violencia intrafamiliar es mucho más problemática cuando culturalmente se imponen modelos imperativos … como letrados siempre intentamos “bajar los decibeles del conflicto”, es la única manera para arribar a un acuerdo en familia.
Normalmente, cuando hablamos de Violencia en Mediación dirigimos nuestra mirada hacia el lado de Mediación Familiar … en temas de Familia sabemos que es difícil su manejo, más producto de las asimetrías de poder, que por motivos o patologías específicas.
He leído en publicaciones de la Fundación Libra algo que me ha quedado gravado; “… la mediación familiar tiende a favorecer la creación de condiciones para la instalación de procesos democratizadores de las relaciones entre sus miembros”.
Discutiendo temas de familia vemos dominantes y rebeliones del dominado, que, en sí, tienen una carga emocional proporcional, y desde ahí sabemos que pueden derivar en agresividad y violencia. También sabemos más por experiencia, que en familia se tiende a volverse sobre las historias personales y con ello ver solo lo negativo del pasado, nuestro trabajo es buscar un cambio de mirada. Nuestra tarea es ayudarlos a rescatar lo positivo, siempre lo hay, a veces solo el hijo … pero eso es el hecho positivo, y desde él construir algo mejor para el futuro. La agresividad, las historias negativas, solo generan más conflicto, más distanciamiento y alejarse las partes de una solución real de su problema.
La detección temprana de violencia, debe ser una consigna para nosotros, y para ello es
necesario el saber leer el conflicto, saber leer el contexto cultural de las partes, imaginar las cargas emocionales que el conflicto puede acarrear, y para ello esforzarnos en conocer de qué se trata el conflicto antes que se sienten en nuestra mesa…
Dejar de lado nuestros propios principios o roles culturales, o al menos alejarlos lo más posible, pues nuestra realidad no es la de los demás.
No es lo mismo socio culturalmente el desarrollo de la familia en centros urbano, que en otros lugares del gran Buenos Aires y más de localidades pequeñas de la provincia.
No me puedo olvidar de un caso en Familia donde reclamando alimentos conocí a un padre de gran envergadura física, con un gran vozarrón, les garantizo que verlo y escucharlo de lejos daba temor … y cuando realmente lo escuchamos veíamos en él un tipo cálido y amable, a veces hasta en exceso, las apariencias no son la realidad, y nuestros preconceptos deben quedar afuera de la Mesa de Mediación.
Recordemos, tener nuestros estudios preparados, es importante, la famosa recepción, dos salas, son herramientas para el desarrollo, el artículo 11 de la Ley 13951 es otra herramienta, el contacto previo, la charla con los letrados de partes, es importante.
Tomemos conciencia que la Mediación debe ser una institución, que no somos una mera rama más del derecho, somos parte de la solución que el Estado quiere brindar a una sociedad herida.
¿Y si la violencia surge en nuestra mesa? Esa posibilidad siempre está latente, un intercambio agresivo, expresiones fuera de contexto, pueden romper la armonía que tanto intentamos mantener en las audiencias.
Por eso debemos estar más atento a las personas, que a los conceptos jurídicos del tema en conflicto, eso nos hará detectar posibles reacciones y evitar la posible violencia que puede conllevar.
No somos jueces, no debemos interpretar la posible verdad del conflicto… no nos equivoquemos … no es nuestra función ser jueces o árbitros, ni siquiera debemos dar opinión sobre el caso … ¿Pero entonces cómo llegamos a la solución, al acuerdo? Reitero lo que todos sabemos, pero que en el afán de facilitar soluciones a la gente nos olvidamos, nuestro servicio va mas allá del resultado de la Mediación, los que deben llegar al acuerdo son las partes, nosotros solo colaboramos.
Nuestra meta está en el desarrollo intrapersonal de las partes, ellos encontraran el acuerdo, si no están convencidos no lo habrá, pero muchas veces veremos que en la mesa no hubo acuerdo, pero también en muchos casos tampoco llega al proceso judicial, y eso es ganar en Mediación.
Está en nosotros reconocer y utilizar las herramientas que la ley nos da, reconocer a las personas, sus costumbres, sus hábitos, su idiosincrasia, sus morales, y desde esos conocimientos prevenir o detectar tempranamente la agresividad o directamente la violencia.
Herramientas tenemos solo será cuestión de utilizarlas.
Por todo esto, hoy más que nunca, creo que nuestro servicio es en pro de la sociedad, y prevenir la violencia fuera y dentro de la mesa es uno de esos servicios.
CONCLUSIONES
Como vengo exponiendo considero importante trabajar en la detección temprana de la violencia, para ello usemos todas las herramientas que la ley nos da.
Los abogados de partes y las mismas partes pueden darnos signos del grado de agresividad y/o violencia.
Recordemos que nuestras instalaciones deben estar siempre preparadas, no es un capricho de la ley, dos salas y una recepción diferenciadas, hace a un buen manejo, el
contacto previo, la percepción de modelos culturales, los modelos de interrelacionarse, el lenguaje que usan las partes … son todas herramientas que están a nuestro alcance para la detección temprana de posibles hitos de violencia.
En la mesa de Mediación, trabajar sobre las diferencias, también sobre las pretensiones, pero mirando un cuadro general, inclinado hacia las personas, en ellos veremos si existe agresividad y con ello posibilidad de violencia, esto servirá para prevenir la misma, debemos ser siempre pro positivos y construir para el futuro.
Focalizarnos más en las relaciones, que en las pretensiones …
En nuestra Mesa de Mediación no se negocia la conducta violenta.
¿Y dónde queda el acuerdo? Recuerdo cuando se premió a un Mediador que más acuerdos cerro, eso no lo puede entenderlo… el resultado de frenar una escalada a tiempo es muy positivo, aun mas allá de la mesa de Mediación, y desde allí, debemos sentir que el acuerdo es una posibilidad, no el fin.
Yestá demostrado que incluso ante la falta de acuerdo se favorece una reducción de la conflictividad, una disminución de la judiciabilidad, dentro de las estadísticas veremos una gran cantidad de Mediaciones que nunca llegan a juicio y eso es tu triunfo, nuestro triunfo…. veremos un incremento en la capacidad de reconocer las necesidades del otro y de poder empatizar con el mismo, lo que en última instancia ayudara a situar el objeto de discusión de un proceso judicial y reducir la agresividad y el enfrentamiento.
Y con esto, ese sueño de favorecer la Paz Social nos hace participes de su gestión, y esa debe ser nuestra mayor contribución a la sociedad toda.